By Juan Rivas Palacios
I am a Chawa of the territory of Chavin, Peru, located above 10,000 feet in the Andes. Chawa is just a word for a guide. In other places they have different names, sometimes curanderos or shamans. A chawa is like an antenna that listens through observation and meditation to see how the universal energy is moving within everything. Meditation isn’t just sitting in lotus position; it is all of life, the day to day, the mundane. We observe and share the knowledge that is carried within nature itself, within the sunlight, the water, the plants.
The ancient traditions of the Chavin culture have been mostly abandoned and lost in our territory, but it is being reborn slowly within my family. The ancient Chawas left behind all of their wisdom in the plants, the elements, and the sacred temple. They didn’t leave it with man, because they knew it would be easily corrupted and manipulated by ego. I am just a little bridge for this wisdom. This wisdom helps me listen and understand myself. I trust the wisdom that comes to me because it helps me become a better person and shows me how to live better with all my relations on this Earth and even beyond.
To know oneself in this way is the foundation for everything and we must have a solid base before trying to move up. This base teaches me how well I know myself and how well am I able to recognize my ego as a man. From there, from this very personal work, I can begin to evolve my consciousness, little by little.
We receive our wisdom directly from the plants and meditation, particularly jaujari (San Pedro cactus). This plant should never be used to hallucinate, or it just becomes another drug and it causes confusion. Power plants, if you use them wrong and you don’t study them well with a guide, will just feed the ego and create more confusion. But if you use it well, this plant will come to teach through your own connection to your own spirit.
The Temple of Chavin is our place of study. It is connected to many other sacred places, not just in Peru but around the world. The Temple is our school, our office, and our laboratory. There are great libraries of wisdom within. This work always takes us first into the darkness, into the womb. Underneath the temple there are underground chambers. It is just you alone with the darkness. Here we can see our own spirit, our own psyche. Our thoughts are expressed and take life. Our body and emotions speak to us. We go there to study the forms of our emotions, and to see to what extent our emotions are dictating our thoughts and actions. The darkness and the meditation practices allow us to see our fears and emotions outside ourselves so that we can analyze them and see their origins. We can understand why they are there dwelling within us. To do this work we must be very strong in the love we have for ourselves, without judging.
Sometimes we spend two, three, four hours in the darkness. Sometimes the entire night. When the light returns, everything looks different. It’s like being reborn. This temple is helping us chawas to understand first our own personal universe. In this moment of current chaos, we use it to see what we must do within ourselves, our families, and our communities.
The chaos of this time has arrived to every corner of the world. This virus is just an example to remind us and show us how we are as humans in this time. It has come to remind us that we are sick and must heal ourselves. There is a lot of chaos right now in the world, but it was there before this virus came. Will we move in alignment with this energy or will we continue to live through ego? Use this time to observe yourself and to see how the chaos within you is contributing to the chaos without and being reflected back at you. Begin by observing your own thoughts. Ask yourself, why am I thinking this thought? Is this thought helping the sun within me shine? With love, observe and understand all parts of yourself as a human. In this way your inner sun can begin to grow and grow.
We are little by little reweaving this knowledge of the chawas throughout our communities that have been so persecuted and silenced by the church and suffered from the mining and the roads. In this time, all the ones who left for the city and rejected the plants, the land and the animals, are realizing what great value those things have. They are suffering in the cities and returning to their roots. They are realizing what has true value. They are beginning to see the value in their traditions. The virus is giving us the opportunity to be with our families, to talk with our children, to confront our traumas and ask for forgiveness. It is giving us the opportunity to decide if we will help our neighbors and come together to support each other.
The work of Chawa is not trying to change what other people think but to help them see the reality of what is actually happening. We can do this by working on ourselves first and getting our foundation in order. We must first recognize ourselves as humans with all our strengths and weaknesses, evolve our consciousness through love, and then go out into the world to help others.
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Soy Chawa, del territorio Chavín ubicado a los 3200 metros en los Andes. Chawa es solo una palabra para un guía. En otros territorios usan otras palabras como curanderos o chamanes. Una chawa es como una antena que escucha por medio de la observación y meditación para ver como se mueve la energía universal en todo. Meditación no solo es sentarse en posición loto. Es toda la vida, el día día, lo cotidiano. Observamos y compartimos los conocimientos que lleva la naturaleza misma, dentro de la luz del sol, el agua, las plantas.
Las tradiciones de la cultura Chavín mayormente han sido abandonadas y perdidas en nuestro territorio, pero se esta renaciendo poco por poco en mi familia. Las chawas antiguas dejaron toda su sabiduría en las plantas, los elementos, y el templo sagrado. No la dejaron con el hombre, porque sabían que fácilmente se manipulan por el ego. Yo solo soy un puentecito para esta sabiduría que me ayuda a escuchar y entenderme mejor. Confió en esta sabiduría porque me ayuda a ser un mejor humano y me ensena a vivir en relación con todos los seres de la Tierra y del mas allá.
Conocerse a uno mismo es la base de todo y necesitamos una base firma antes to subir. Esta base me ensena cuanto me reconozco y como estoy reconociendo a mi ego como humano. De allá, de este trabajo muy personal, puedo empezar a evolucionar mi conciencia, poco a poco.
Recibimos conocimiento directamente de las plantas y la meditación, como el jaujari. Esta planta nunca debe ser usada para alucinar o se convierte en una droga mas y genera confusión. Plantas de poder, si las usamos mal sin observación, sin guía, solo alimentan al ego y la confusión. Pero si las usas bien, esta planta viene a ensenarte a través de tu propia conexión con tu espíritu.
El templo de Chavín es nuestra casa de estudio. Esta conectada con muchos lugares sagrados, no solo en Perú, pero en muchas partes del mundo. El templo es nuestra escuela, nuestra oficina, y nuestro laboratorio. Adentro hay grandes bibliotecas llenas de conocimiento. El trabajo siempre nos lleva primero a la oscuridad, dentro del vientre. Debajo del templo hay galerías subterráneas. Estas solo con la oscuridad. Podemos ver nuestro propio espíritu, nuestra propia psique. Nuestros pensamientos toman vida. Nuestro cuerpo y emociones nos hablan. Nos metimos para estudiar la forma de nuestras emociones, para ver hasta donde nos están manejando nuestros pensamientos y acciones. La oscuridad y la practica de meditación nos permite ver a nuestros miedos y emociones afuera y podemos analizarlos y ver sus origines. Podemos entender porque se habitan dentro de nosotros. Para hacer este trabajo tenemos que estar muy fuerte en el amor propio sin juzgarnos.
A veces pasamos dos, tres, cuatro horas en la oscuridad. A veces pasamos toda la noche. Cuando vuelve la luz, todo se ve diferente. Es como renacer. El templo esta ayudando a los chawas a entender nuestro universo personal. En este momento de caos, lo utilizamos para ver que debemos hacer dentro de nosotros, con nuestras familias, y en las comunidades.
El caos de este tiempo ha llegado a todos partes del mundo. El virus es solo un recordar de como somos ahora como humanos. Hay mucho caos ahora en el mundo, pero estaba allí antes del virus. ¿Entramos en equilibrio con esta energía o seguimos viviendo del ego? Utiliza este tiempo para observar a ti mismo y ver como el caos interno contribuya al caos externo y que se esta reflejando. Empieza a observar tus pensamientos. Pregúntate, porque estoy pensando este pensamiento? ¿Este pensamiento esta ayudando a mi sol interno a brillar? Con amor, observa y entiende todas tus partes como humano. Así tu sol puede crecer y crecer.
Poco a poco estamos tejiendo los conocimientos chawas en nuestras comunidades que han sido tan perseguidas por la iglesia y han sufrido tanto de la mina y las carreteras. En este tiempo, todos que salieron para vivir en las ciudades y rechazaron las plantas, la tierra, los animales, se están dando cuenta del valor que tienen. Están sufriendo en las ciudades y están volviendo a sus raíces. El virus nos esta dando una oportunidad para estar con nuestras familias, hablar con los hijos, enfrentar nuestros traumas, y pedir perdón. Nos esta dando una oportunidad para decidir si vamos a apoyar a nuestros vecinos y juntarnos y apoyarnos.
El trabajo de chawa no es cambiar la mente de otra persona, pero ayudarles a ver la realidad de lo que esta pasando. Podemos hace eso primero trabajando con nosotros y poniendo el base en orden. Primero tenemos que reconocernos como humanos, con todas nuestras fortalezas y debilidades, evolucionar la conciencia con amor, y salir al mundo para ayudar a los demás.
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